Domund 2021 ¡No podemos callar lo que hemos visto y oído!

Domund 2021 ¡No podemos callar lo que hemos visto y oído!

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Hemos recibido del Santo Padre Francisco el mensaje para el Domund 2021 en el marco de la celebración litúrgica de la Epifanía del Señor, el pasado seis de enero del presente año. En su mensaje del Domund de este año el Santo Padre nos invita a volver al “testimonio vivo presente en los Hechos de los Apóstoles, libro de cabecera de los discípulos misioneros”. Al inicio de su mensaje el Santo Padre nos ofrece una entusiasta invitación a que volvamos a la experiencia de los primeros testigos recogida en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Para el Papa, es el libro que resume cómo el perfume del Evangelio fue calando a su paso y suscitando la alegría que sólo el Espíritu nos puede regalar. El libro de los Hechos de los Apóstoles nos enseña a vivir las pruebas abrazándonos a Cristo, para madurar la «convicción de que Dios puede actuar en cualquier circunstancia, también en medio de aparentes fracasos» y la certeza de que “quien se ofrece y entrega a Dios por amor seguramente será fecundo” (EG 279).

El mensaje del Domund que nos regala el Santo Padre este año es de una inmensa riqueza; entretejido con las claves de la teología bíblica, parte de las experiencias recogida en el dato bíblico, en ella se discierne la acción del Espíritu que sigue también hoy sosteniendo la acción misionera de la Iglesia en los nuevos y actuales contextos.

Hacia el final de su mensaje el Santo Padre nos exhorta a “no dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hch 4,20), es una invitación a cada uno de nosotros a “hacernos cargo” y dar a conocer aquello que tenemos en el corazón.

“Hoy, Jesús necesita corazones que sean capaces de vivir su vocación como una verdadera historia de amor, que les haga salir a las periferias del mundo y convertirse en mensajeros e instrumentos de compasión. Y es un llamado que Él nos hace a todos, aunque no de la misma manera. Recordemos que hay periferias que están cerca de nosotros, en el centro de una ciudad, o en la propia familia. También hay un aspecto de la apertura universal del amor que no es geográfico sino existencial”.

Para el papa Francisco “Vivir la misión es aventurarse a desarrollar los mismos sentimientos de Cristo Jesús y creer con Él que quien está a mi lado es también mi hermano y mi hermana”. “Que su amor de compasión – escribe el Papa al final de su mensaje – despierte también nuestro corazón y nos vuelva a todos discípulos misioneros”.

Al leer el mensaje es inevitable la pregunta que debería dirigir nuestras reflexiones en el contexto de la celebración del Domund y nosotros: ¿No podemos hablar de lo que hemos visto y oído?