Caracas, marzo 2024. Centimisión, la etapa para adolescentes de 13 a 15 años de la Pontificia Obra de la Santa Infancia en Venezuela (IAM) de Obras Misionales Pontificias (OMP), celebra su 21º aniversario de fundación este domingo 17 de marzo.
A lo largo de sus 21 años de historia, Centimisión ha sido un semillero misionero que da continuidad a la acción de la Infancia Misionera. Fortalece, anima e impulsa el espíritu misionero en cada uno de estos adolescentes, para continuar luego su compromiso en el servicio de JOVENMISIÓN y acompañarlos en el discernimiento hacia una vocación concreta.
Durante este tiempo han sido muchos los que han vivido la experiencia de ser centinelas de Cristo y han dejado su huella en esta experiencia de vida y animación misionera a los adolescentes. Los centinelas son los adolescentes que hacen parte de esta etapa de la IAM.
Asentando los primeros cimientos
Su nacimiento se remonta al año 2002, tras la experiencia que se había tenido en el COMLA VI – CAM I (6to. Congreso Misionero Latinoamericano – 1er. Congreso Misionero Americano), realizado en Paraná, Argentina, y en donde por primera vez se incluyó la participación de 300 niños y adolescentes de la Infancia Misionera.
Siendo Director de OMP en Venezuela, el Pbro. Oswaldo Roche reunió una pequeña delegación nacional de sacerdotes, religiosas y asesores de la Obra para asistir a la I ECIAM (Encuentro Continental de la Infancia y Adolescencia Misionera) con el deseo de poder brindar a los adolescentes del país una experiencia adaptada a sus necesidades del momento.
Meses después, la Obra de la Propagación de la Fe (POPF) asume la tarea de dar forma al servicio para adolescentes, llamado en ese momento prejuvenil. Así se fueron asentando las bases organizativas y metodológicas de CENTIMISIÓN, un servicio de los adolescentes para los adolescentes de la Iglesia en Venezuela.
Más tarde pasó a ser, no un servicio ofrecido por la POPF, sino una de las etapas de la IAM, específicamente para adolescentes de entre 13 y 15 años.
Corriendo hacia una misma meta
Centimisión busca animar, formar e informar a los animadores y adolescentes en su compromiso con la Iglesia misionera universal. Asumiendo la metodología de la Escuela con Jesús, como espacio de encuentro para el crecimiento personal y comunitario en cada comunidad misionera.
Voces de los centinelas
Victoria Gómez tiene 14 años de edad y es de la Parroquia María Auxiliadora, Diócesis de Margarita. Ella hace vida parroquial desde los 10 años, y pertenece ahora a la comunidad de la IAM Santa Teresita del Niño Jesús, en el Espinal.
Victoria cuenta que la experiencia en su comunidad “es muy chévere: compartimos entre amigos, jugamos siempre, nos divertimos, oramos por los más necesitados y por nosotros”. Como centinela asiste a las actividades de su parroquia y participa, principalmente, en los sacramentos: “Siempre siguiendo el camino de la fe". Su propósito dentro de la IAM es convertirse en una líder misionera.
Por su parte, Fabio Diaz, también de la Parroquia María Auxiliadora, lleva dos años en su comunidad de la IAM. Cuenta que la experiencia que ha tenido dentro de Centimisión ha sido muy buena: “Compartimos, reímos, nos divertimos, jugamos, servimos y oramos por todos los misioneros del mundo”. Y su compromiso dentro de la IAM es “aprender a ser mejor persona cada día”.
Nayrin Pavón, de la diócesis de Carúpano, tiene 15 años de edad, y cuenta que para ella hacer parte de la IAM en la etapa de Centimisión ha calificado su experiencia como “muy bonita, muy satisfactoria”.
Esta centinela, además, la siente como “un lugar en el que puedo socializar, puedo ser yo misma, puedo compartir ideas”. Y su parte favorita de una actividad de centinelas, además del “bochinche”, es la vida espiritual como encuentro consigo misma y con Dios, para luego salir a compartir esa experiencia con los demás en la vida apostólica.
De centinela a animador de comunidades
Yojari Henriquez, de la Diócesis de Maracay, hizo parte de Centimisión y ahora es coordinador diocesano de esta etapa de la Obra. “Mi experiencia en Centimisión fue grandiosa, ya que es el servicio por el cual me quedé en la Iglesia de Cristo”.
La actividad que para entonces lo marcó fue el aniversario número 15 y la Escuela de Líderes de Centimisión (ELMIC), llamada para entonces ELMIPREJ: “Cambió mi forma de ver las cosas, sobre todo el saber que Jesús cuenta conmigo para su misión evangelizadora”, afirma.
Después de este caminar, asumió el servicio como coordinador de Centimisión de la comunidad "Guardianes del Señor", parroquia Santa Rosa de Lima. Posteriormente fue llamado a formar parte del Secretariado Diocesano de misiones como coordinador de Centimisión.