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Quienes somos

QUIENES SOMOS

Las Obras Misionales Pontificias son una red mundial al servicio del Papa para sostener la misión y a las jóvenes Iglesias con la oración y la caridad.

El Concilio Vaticano II afirma que bajo el nombre de misiones se albergan dos actividades: el anuncio del Evangelio y la implantación de nuevas Iglesias (AG, 6). El carisma de las Obras Misionales Pontificias se sitúa en la visión amplia de la missio ad gentes y en la relación entre la Iglesia local y universal.

Las Obras Misionales Pontificias son cuatro. La Obra de la Propagación de la Fe, la Obra de la Santa Infancia o Infancia Misionera y la Obra de San Pedro Apóstol nacieron en Francia en el siglo XIX, dos de ellas por iniciativa de mujeres apasionadas de la misión. En particular Pauline Jaricot, la fundadora de la Obra en 1822, expresó el principio fundamental: orar y ofrecer por la obra de evangelización de la iglesia. La cuarta Obra, la Pontificia Unión Misional, nació a principios del siglo XX.

En 1922 el Papa Pio XI confirió a las Obras el carácter de “Pontificias”. De este modo el Papa reconoció el carisma de las Obras, las hizo suyas y las convirtió en su instrumento para sostener, con oración y caridad, la missio ad gentes de la Iglesia. A través de ellas, el Papa se ocupa de las numerosas necesidades pastorales de las Iglesias jóvenes.

De hecho, ofrecen un apoyo espiritual y material constante para que los misioneros puedan anunciar el Evangelio y edificar la Iglesia, contribuyendo así al bien de las personas entre las que cumplen su mandato.

Las OMP están al servicio de la Iglesia y brindan a cada bautizado la oportunidad de vivir su fe compartiéndola con los demás y experimentando su dimensión universal. La oración, el sacrificio y la caridad son modalidades concretas que ofrecen las OMP para vivir una fe misionera y universal.

 

 

LA ESTRUCTURA DE LAS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS

El Comité Supremo

Las Obras Misionales Pontificias (OMP) en su servicio destinado a promover y animar el Espíritu Misionero entre todas las Iglesias, se organizan de la siguiente manera: están coordinadas por un Comité Supremo, que bajo mandato del santo Padre está dirigido por un Presidente, su Eminencia el cardenal Antonio Tagle, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, (CEP), que, en esta tarea de servicio a la Iglesia Universal, es ayudado por Mons. Fortunatus Nwachukwu, Secretario de la CEP y por Mons. Emilio Nappa, Secretario Adjunto de la CEP y Presidente de las OMP. En el desempeño cotidiano de este mandato, el Comité Supremo es asistido por los Secretarios Generales de las cuatro Obras, por el responsable de la Administración y por cinco representantes de cada continente de las Direcciones Nacionales. Su tarea principal es coordinar y regular en todo el mundo, con un testimonio misionero, la cooperación espiritual y material del Anuncio y el testimonio del Evangelio.

El Consejo Superior

Las OMP tienen su propia organización autónoma, dirigida por un Consejo Superior, que se reúne todos los años en Roma. El propósito de este Consejo es tomar en consideración las solicitudes de ayuda que llegan de todo el mundo para las diferentes necesidades de las Iglesias jóvenes. Los fondos recaudados por los fieles de los cinco continentes, en particular durante la Jornada Mundial de las Misiones, el tercer domingo de octubre, son distribuidos para ofrecer a cada Iglesia local una ayuda adecuada para sus necesidades de evangelización.

Este encuentro anual reúne a los Directores Nacionales de las OMP de 130 países, bajo la dirección del Presidente de las OMP, Mons. Emilio Nappa y la participación del Cardenal Antonio Tagle, Prefecto de la CEP.

El Consejo examina y aprueba los proyectos presentados anualmente por las Iglesias de los llamados países de “misión”.

El Comité Ejecutivo 

El Presidente de las OMP y los Secretarios Generales forman un Comité Ejecutivo que se reúne al menos una vez cada dos meses para discutir sobre el trabajo realizado, coordinar actividades y trabajar juntos en la promoción de la obra misionera de la Iglesia.

Los Secretarios Generales se comprometen a conocer y visitar las naciones pertenecientes a la CEP, para evaluar la actividad misionera de sus respectivas Obras. El Comité Ejecutivo actúa de acuerdo con su “Reglamento Interno” y es asistido en su trabajo por el encargado de la Administración.

Los Secretariados Internacionales

Cada Obra tiene su propio Secretariado Internacional, dirigido por un Secretario General nombrado ad quinquennium por la CEP. Los Secretariados Internacionales están disponibles para consultar y asesorar sobre la administración y desarrollo de las Obras en cada Nación.

Los Secretarios Generales, junto con sus colaboradores, examinan los proyectos enviados por los Obispos e informan a los Directores Nacionales, en lo referente al contenido de las actividades pastorales y económicas, sobre la distribución del Fondo de cada Obra. Este trabajo, luego es presentado en un informe pastoral y financiero anual a la Asamblea del Consejo Superior, avalado, en el aspecto financiero, por el encargado de la Administración.

Las Direcciones Nacionales

Desde un punto de vista estructural, las Obras Misionales Pontificias son tanto universales como locales. La dimensión local se manifiesta en la actividad de las direcciones nacionales que a su vez apoyan el trabajo del encargado diocesano. El canon 791 del Código de Derecho Canónico establece que en cada diócesis “se destine un sacerdote a promover eficazmente iniciativas en favor de las misiones, especialmente las Obras Misionales Pontificias”. La gran tarea de las OMP es dar a conocer la misión, que - siguiendo la línea de toda la enseñanza de los Papas y del Concilio -, es tarea de todo el Pueblo de Dios.

 

LAS DIRECCIONES NACIONALES

LAS DIRECCIONES NACIONALES