PUBLICADO EL NUEVO BOLETÍN DE LA OBRA PONTIFICIA DE LA SANTA INFANCIA
Curiosidad, asombro y gratitud: estos son los elementos esenciales para abordar la lectura del nuevo boletín de la Obra Pontificia de la Santa Infancia (POSI), según explica su secretaria general, Sor Roberta Tremarelli.
En el editorial que abre el número 17 del boletín, la Hermana Roberta da las gracias a los niños y adolescentes misioneros, así como a sus animadores, por su dedicación diaria para hacer palpable la bondad y belleza del Reino de Dios en la tierra. Ella destaca cómo, a través de sus esfuerzos, siembran semillas de acogida, amor y misericordia, e invita a todos a cultivar una mirada atenta para apreciar la diversidad de esta institución, que opera en todos los continentes y promueve la novedad del “juego” misionero.
Este nuevo boletín incluye una serie de artículos detallados sobre las actividades de la POSI en diferentes países. En la segunda parte, se presentan las experiencias de niños, adolescentes y animadores misioneros de todo el mundo.
El Padre Tolos Marius SJJ, director del Centro Manresa CKUJ en Rumanía, quien participó en la Conferencia Europea de Infancia Misionera en abril pasado, es el encargado de abrir este número. Su ponencia, titulada “Misión significa cooperación”, es seguida por un apartado dedicado a diversas actividades misioneras.
Desde la celebración inaugural del 50 aniversario de la POSI en Burundi, hasta la experiencia de la “Indonesia Teens School of Mission”, una escuela misionera para adolescentes en Tanzania, el boletín ofrece un recorrido por diversas iniciativas. En Tanzania, en la arquidiócesis de Mwanza, se destaca la propuesta de realizar un seminario educativo y de formación, en la escuela citada, dirigido a niños que suelen ser víctimas de escasa alfabetización y diversas formas de violencia. Este seminario les permitirá reconocer las situaciones de violencia que a menudo experimentan.
Es interesante y significativo el testimonio de Uzbekistán, donde hay pocos católicos y las actividades parroquiales son las únicas que permiten hablar de Jesús a los más pequeños. En Myanmar, atormentado por el conflicto en curso, los niños sufren condiciones difíciles pero, incluso en esta situación, la esperanza les llega por ejemplo a través de la vivencia de una jornada dedicada a la Infancia Misionera.
La situación también es compleja para los niños de Burkina Faso, en la diócesis de Nounam, donde muchos están viviendo el "trastorno" de dejar su tierra, sus costumbres, y de vivir como desplazados. Los campamentos de formación bíblica para niños tienen como objetivo precisamente darles una sólida formación cristiana para afrontar desde pequeños las múltiples complejidades de la realidad que viven. Entre ellos, algunos también han sufrido formas de acoso por parte de hombres armados que les han arrebatado el material escolar, privándoles de lo mínimo que tenían y destruyéndolo luego ante sus ojos. En estos lugares, la POSI ha proporcionado kits escolares a estos niños, devolviéndoles la esperanza de que es posible un mundo diferente.
Desde Kenia, en la archidiócesis de Mombasa, nos llega el conmovedor testimonio de la ayuda alimentaria de subsistencia proporcionada por la POSI. Mientras que desde la inmensa diócesis de Bangassou, en la República Centroafricana, se ofrece un resumen de las numerosas actividades que se llevan a cabo en las distintas parroquias.
Concluye esta sección la archidiócesis de Bamako, en Malí, donde la POSI está presente con una gran labor educativa a pesar de ser un país predominantemente musulmán. Merece la pena leer de un tirón los testimonios de niños de Venezuela, Burkina Faso, Bolivia, Filipinas, Honduras, República del Congo, Benín, Panamá, Ecuador, Rumanía y Malí. Como colofón del boletín, encontramos la propuesta de un sudoku misionero (u otro juego, según el idio