Mensaje para Semana Santa y Pascua del Secretario General de la Pontificia Obra de la Santa Infancia
¡Publicamos el texto y el vídeo de Hna. Roberta Tremarelli , secretaria general de la Obra Pontificia de la Santa Infancia, dirigido a los niños y jóvenes misioneros con motivo de la Semana Santa y Pascua!
Queridos niños y adolescentes misioneros,
Saludos desde Roma.
Estamos a punto de finalizar la Cuaresma y el próximo domingo con la celebración de las Palmas comenzará la Semana Santa, la gran semana de todo el año litúrgico
Dios es el amigo fiel que ha hecho alianza con nosotros y no nos traiciona.
Jesús, el Hijo de Dios, es el amigo fiel, el amigo por excelencia que debe ocupar el primer lugar en nuestro corazón, porque nosotros estamos en el corazón de Dios y ocupamos un lugar privilegiado, como si cada uno de nosotros fuera único. Y es precisamente desde este gran amor y de esta fiel amistad que brota la oración. Nuestra oración es alabanza y agradecimiento al Señor, a Jesús por su fidelidad para con nosotros. Dios, Jesús nunca nos abandona, nunca nos deja solos y por medio de la oración le damos gracias y lo alabamos por estar constantemente presente en nuestras vidas.
Por eso, en vuestros encuentros y empeños diarios como miembros de la Obra de la Infancia Misionera, procurad cada día profundizar vuestra amistad con Jesús y llevar su amor a todos.
Estamos seguros: queremos ser amigos de Jesús.
Por eso en Semana Santa comprometámonos a hacer compañía a Jesús, a no dejarlo solo.
Después de la entrada festiva en Jerusalén, en la que fue aclamado por todos con cantos y después de la última cena compartida con sus Apóstoles, Jesús experimentó solo el dolor de la pasión. Por eso hoy nosotros como discípulos suyos, como discípulos misioneros, unidos al Padre, junto a María, nos debemos poner el empeño de hacerle compañía.
En esta Semana Santa nuestra oración, nuestra sencilla oración diaria estará en el corazón de Jesús.
Queridos niños y adolescentes misioneros, digamos SÍ a nuestro llamado, a nuestra vocación, a la amistad y a la fidelidad de Dios con nuestra oración para estar con Jesús.
Desde la Palabra de Dios, desde el Evangelio, podemos experimentar el inmenso amor que Dios tiene por nosotros, su cuidado, su atención por nosotros. Y así respondamos con nuestra oración al corazón de Jesús, para estar junto a Él en su pasión y luego llegar junto con Él a la Resurrección, a la alegría de la Resurrección y compartir así con todos su victoria sobre la muerte.
Os invito a permanecer con Jesús, vigilantes y valientes, con los ojos y el corazón abiertos a los acontecimientos de la pasión, a las palabras de Jesús, a sus gestos y a su silencio.
Dispuestos a dar testimonio de nuestra fe en Él siempre.
Sin miedo a no lograrlo. Él nos ama aunque tengamos miedo, aunque seamos incapaces de hacer lo que queremos hacer.
Permanezcamos con Jesús, sin decepcionarnos de lo que pueda suceder, sino más bien con mucha confianza en su promesa.
Permanezcamos con Jesús sufriente hasta el final.
Recordemos que Jesús siempre acogió a los pequeños durante su misión y ahora nos toca a nosotros acogerlo.
Oremos con Jesús para que tengamos la fuerza para resistir el mal.
Miremos a Jesús para conocerlo y ser sus testigos.
¡Les deseo a cada uno de ustedes, queridos niños y adolescentes misioneros, a sus padres y a sus animadores, a los sacerdotes y a las religiosas y a todos en general, una fructífera Semana Santa y una Feliz Pascua de Resurrección!