
Celebración de la fiesta de los 120 mártires chinos
Entre ellos San Paul Tchen, educado gracias a la Santa Infancia, que después de convertirse en seminarista, fue decapitado en 1861 durante las persecuciones contra los católicos, siendo el primer mártir perteneciente a la Obra. Fue canonizado en el 2000 por el Papa Juan Pablo II
Paul Tchen (Chen Changpin) nació el 11 de abril de 1838 en Sintchen, en la provincia china de Kouy-tcheou (Guizhou), en una familia no cristiana y muy pobre. Paul pudo recibir formación gracias al apoyo de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera. Ingresó en el seminario menor en 1853, fue bautizado y confirmado el día de Navidad del mismo año e hizo su Primera Comunión en 1854. De carácter dulce y tranquilo, se negó a regresar con su familia por invitación de su padre, ya que su vocación era sólida. En 1860 ingresó en el seminario mayor de Tsin-gay. Aquí, el 12 de junio de 1861, los soldados asaltaron y arrestaron a Paul y a otras personas acusados de ser cristianos. A pesar de los sufrimientos y amenazas, ninguno renegó de su fe. Paul y los otros compañeros fueron asesinados el 29 de julio de 1861, y el seminario fue destruido. Beatificado por Pío X en 1908, sus restos fueron trasladados a París, en la Capilla de la Santa Infancia de la Catedral de Notre Dame, el 10 de junio de 1920. El 1 de octubre de 2000, el Santo Padre Juan Pablo II lo canonizó en la Plaza de San Pedro junto con el resto del grupo de 120 mártires chinos.