Nueva iglesia St. Joseph Cottolengo Leprosy Colony, Hohkai Leprosy Shelter, en el distrito de Loilem, Estado de South Shan, Archidiócesis de Taunggyi, Myanmar

Nueva iglesia St. Joseph Cottolengo Leprosy Colony, Hohkai Leprosy Shelter, en el distrito de Loilem, Estado de South Shan, Archidiócesis de Taunggyi, Myanmar

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St. Joseph Cottolengo Leprosy Colony, conocido como Hohkai Leprosy Shelter, es un refugio para enfermos de lepra situado en el distrito de Loilem, en el estado de South Shan, a siete millas de la ciudad de Loilem, en la archidiócesis de Taunggyi (Myanmar). Es una de las más importantes de las muchas pequeñas misiones del país. Fundada en 1939 por un sacerdote misionero, el padre Rocco Perego, inicialmente contaba con 30 enfermos de lepra que vivían en casas de bambú pequeñas y pobres. Como el número de pacientes aumentaba de año en año, el obispo Lanfraconi, misionero del PIME, construyó 40 casitas de ladrillo para los pacientes y un edificio de dos plantas para las religiosas, que en 1946 empezaron a ejercer de enfermeras, cuidando de los enfermos.

Desgraciadamente, tras ser tratados de la enfermedad, los habitantes del refugio no eran acogidos de vuelta a sus pueblos natales debido a la discriminación por la enfermedad. En respuesta a este desafío, los sacerdotes fundaron una colonia de cinco pueblos para los enfermos de lepra y sus familias. Actualmente, 830 personas viven en los cinco pueblos, de los cuales 738 son católicas. Juntos forman 203 familias. El número de católicos aumenta cada año con nuevos bautismos incluidos algunos bautismos de adultos.

Los pacientes proceden de los diferentes grupos tribales de Shan, Pa Oh, Pa Laung y Le Sou. Son pobres y tienen un nivel de educación muy bajo. Su religión originaria es el budismo, pero muchos piden ser recibidos en la Iglesia católica, después de vivir durante muchos años en cercanía de sacerdotes y religiosas misioneras.

La agricultura es el principal medio de subsistencia y muchos jóvenes emigran a Tailandia en busca de trabajo, ya que no hay otras oportunidades laborales. Por lo general, regresan a casa en Navidad y Semana Santa. Algunos de ellos, tras encontrar oportunidades de trabajo en Myanmar, han regresado y residen en la parroquia, lo que ha aumentado el número de familias a 300 en las cinco aldeas.

Problemas relacionados con el Proyecto

En 1955, un sacerdote misionero construyó la primera iglesia con capacidad para 200 personas. Sesenta y dos años después, mientras la comunidad sigue creciendo, la parroquia cuenta regularmente con más de 300 fieles en la misa dominical y 70 en la eucaristía diaria. Hoy en día, la antigua iglesia ya no puede acoger a todos los fieles durante las celebraciones, especialmente en Navidad, Semana Santa y las grandes fiestas. De hecho, la población católica aumenta cada año.

Otro problema es que esta iglesia se encuentra en un estado ruinoso. El techo corre peligro de caer y las esquinas están llenas de grietas. Un reciente estudio estructural determinó que el edificio es insalubre, por lo que la ampliación y renovación de la iglesia sería casi imposible. El coste de las obras de renovación sería casi el mismo que el de la construcción de una nueva iglesia.

Por tanto, la primera prioridad de la comunidad es construir una nueva iglesia. Debemos hacer todo lo posible porque es muy importante glorificar a nuestro Dios en un lugar de alabanza y adoración, tener un lugar adecuado para servir a la comunidad. Aunque los servicios litúrgicos continuarán en la iglesia actual, se teme que el techo se derrumbe, así como las paredes.

Otro problema para la comunidad es el deterioro moral y espiritual de nuestros jóvenes. El nuevo edificio será el mejor lugar para devolver a los jóvenes al ministerio de la Iglesia, para darles una sólida formación moral y espiritual, y también para que formen un coro.

En los cinco pueblos viven 65 jóvenes. La situación económica de la población es bastante precaria, no hay oportunidades de trabajo permanente a nivel local. Los ingresos de una familia media no son suficientes para garantizar las necesidades básicas. El KMSS (Karuna Myanmar Social Service - Caritas) tiene que apoyarlos parcialmente para que puedan vivir. El nivel de educación también es bajo. La discriminación sufrida en la escuela y en la vida de la comunidad ha hecho que el entorno sea propicio para que los niños abandonen la escuela a una edad temprana en busca de un trabajo remunerado fuera del país.

Cronología de los superintendentes de la leprosería y párrocos de la parroquia:

Fr. Perico, (1938-1981)
Fr. Lorenzo, (1981-2013)
Fr. Alfredo, (2013-2016)
Fr. Tarcisio Kyaw Aye (2016- )

Desde la creación de la leprosería hasta hoy, las religiosas de la Congregación de las Hermanas de la Caridad (Hermanas de María Niña) ejercen como enfermeras.

Actividades del proyecto

Para llevar a cabo el proyecto, se realizarán las siguientes actividades durante el ciclo de vida del mismo.

  1. Solicitud de fondos para el proyecto de construcción de la iglesia.
  2. Movilizar y sensibilizar a los miembros de la iglesia
  3. Movimiento de tierras, limpieza y nivelación de la zona de construcción.
  4. Seleccionar y contratar a un empresario de la construcción cualificado.
  5. Comprar materiales de construcción.
  6. Construir el edificio de la iglesia.
  7. Equipar y amueblar el edificio de la iglesia

Objetivos

  • Proporcionar un lugar de culto sano y sólido para la comunidad.
  • Animar a los feligreses a participar en el ministerio de la Iglesia
  • Mejorar la educación cristiana de niños y jóvenes
  • Mejorar el nivel de vida de los feligreses
  • Tratamiento y cuidados para los enfermos de lepra como hijos amados de Dios

Ejecución y gestión del proyecto

El proyecto será gestionado y supervisado por el Comité de gestión pastoral de la parroquia. Estará dirigido por el Arzobispo y asistido por el Comité diocesano de gestión pastoral y por el Comité de gestión de la parroquia.

El equipo de gestión del proyecto es responsable de las distintas actividades del proyecto, tal y como se indica en el plan de trabajo del proyecto mencionado. Los fieles también tienen un papel que desempeñar en la ejecución de este proyecto. En concreto, se encargarán de despejar y preparar la zona de construcción, nivelar el terreno para los cimientos y transportar el hormigón, los ladrillos y la madera a la obra. Los materiales serán comprados por adelantado por el Comité de gestión. Se pondrán a disposición en la obra. El plano del edificio ha sido diseñado por un ingeniero experto, según la recomendación del Obispo y del Comité de gestión pastoral.

Seguimiento y evaluación

El comité de gestión se reúne cada dos meses en el marco de la evaluación interna y la presentación de informes del proyecto. Las implicaciones de estas revisiones se utilizarán para la planificación posterior de la evaluación, el seguimiento y la valoración.

Actividades espirituales

  • Catequesis para jóvenes y niños cada semana después de la misa dominical.
  • Catequesis infantil todas las mañanas antes del colegio.
  • Curso de formación para jóvenes cada año en verano.
  • Retiro de Acción Católica y de Santa Ana una vez al año.
  • Reunión bimensual del Comité directivo parroquial.
  • Misa diaria y rezo del Rosario por la tarde, confesión todos los sábados.

Inputs y beneficios del proyecto

Beneficios espirituales: todos los fieles recibirán crecimiento y transformación espiritual. Los jóvenes, las asociaciones como la Santa Infancia, Santa Ana y la Acción Católica participarán en la animación de los servicios litúrgicos, y los fieles tendrán una celebración litúrgica activa.

La nueva iglesia albergará a las futuras generaciones de esta creciente parroquia. La iglesia será más grande y estará bien construida para durar al menos otros 50 años.

Beneficios sociales: erradicar el libertinaje, la pobreza, curar a los toxicómanos, promover una comunidad pacífica y amorosa.

Conclusión

La parroquia de la leprosería se esfuerza por atender a los marginados, a los excluidos, a los que no tienen voz, a los últimos. Es en la leprosería donde se puede ver a Jesucristo en los leprosos, los pobres y los marginados. Para realizar el proyecto, necesitamos ayuda del exterior, además de las aportaciones locales. Por ello, esperamos contar con su ayuda financiera.

Con este proyecto, espero promover la espiritualidad de los feligreses, el nivel de vida de estas personas pobres y la educación de sus hijos.

Fr. Tarcisio Kyaw Aye, Superintendente y Párroco de la Leprosería.

 

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