
Intención de oración del Santo Padre
"Recemos por los catequistas, llamados a proclamar la Palabra de Dios: para que sean testigos de ella con valentía, creatividad y con la fuerza del Espíritu Santo"
“Ser catequista es una vocación, respondemos a la llamada del Señor, que nos eligió primero. Necesitamos la oración de todo el Pueblo de Dios y la fuerza del Espíritu Santo, porque nuestra misión a veces es ardua. A menudo no vemos los frutos. Pero estamos seguros de que otros los cosecharán. Con esta esperanza, y guiados por el Espíritu Santo, nos dedicamos a nuestra misión, sabiendo que el Espíritu Santo actúa en los corazones de nuestros niños y jóvenes al recibir la buena noticia que les transmitimos”. Es el comentario de Lucia Maria Santos da Luz, comprometida desde siempre personalmente en la formación de los catequistas, a quienes está dedicada la intención de oración del Santo Padre para este mes de diciembre.
Lucía, de 41 años, vive en la isla de Santiago, en Cabo Verde, trabajando en el Secretariado Diocesano y ocupándose de la formación de los catequistas y de la preparación de los planes y programas catequéticos de la diócesis. Los fines de semana se dedica a actividades pastorales, apoyando las actividades de catequesis en algunas comunidades cristianas y ayudando con la formación de algunas de ellas.
Lucia, nacida en una familia que le supo transmitir la fe cristiana, comenzó a asistir a los grupos de jóvenes de la parroquia a los 19 años. Esta experiencia la formó hasta el punto de que, tras un breve periodo como asistente de catequista, decidió “ponerse en juego”, especializándose con estudios adecuados y un periodo de formación en Roma, en el Instituto Superior de Catequesis de la Pontificia Universidad Urbaniana.
“Ser catequista es la vocación que descubrí tener a los 19 años y que sigo abrazando con alegría. Después de mi Confirmación, comprendí que era mi deber devolver a los demás lo que se me había dado gratuitamente: ayudarme a crecer en mi fe - explica Lucia -. Haber tenido la oportunidad de profundizar en mi fe a través de mis estudios en Roma ha sido una gran alegría y doy gracias a Dios por las personas que he conocido en el camino”.