Las Diócesis de Dapaong (Togo), Farafangana (Madagascar), Ilorin (Nigeria), Kankan (Guinea) y el Vicariato Apostólico de El Beni (Bolivia) y el de Inirida (Colombia)
Las iniciativas realizadas gracias a las subvenciones recibidas
El Fondo de Emergencia establecido por el Papa Francisco en las Obras Misionales Pontificias, gracias a la generosidad de muchos, lleva meses respondiendo a las solicitudes de las diócesis de todo el mundo misionero.
Mons. Banléne Guigbile, obispo de Dapaong (Togo), ha destinado el subsidio recibido al Grupo de Emergencia Covid-19 creado el pasado mes de marzo con el fin de coordinar la contribución de la diócesis a la respuesta a la pandemia en curso. Las acciones concretas realizadas se refieren a la formación de animadores comunitarios para informar y sensibilizar a la población local y el apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad.
Mons. Roberto Bordi OFM, Administrador Apostólico del Vicariato Apostólico de El Beni (Bolivia) ha utilizado lo recibido del Fondo de Emergencia en medicamentos y vitaminas, asignándolos a familias particularmente afectadas por la cuarentena y la pandemia que les ha impedido trabajar y por lo tanto proveer a su propio sustento. La distribución se ha realizado a través de las parroquias de Trinidad, sede del vicariato.
Mons. Gaetano di Pierro, obispo de Farafangana (Madagascar), a través del Consejo de Administración de la Diócesis y junto con el Director de las Escuelas Católicas, ha utilizado el subsidio para sostener a 37 escuelas católicas de la diócesis.
Por su parte Mons. Paul Adegboyega Olawoore, obispo de Ilorin (Nigeria), ha podido proveer al sustento de los agentes pastorales de la diócesis.
Mons. Joselito Carreno Quinones, Vicario Apostólico de Inirida (Colombia), ha destinado el subsidio recibido para completar el importe destinado a los profesores del colegio del Vicariato.
Con el subsidio recibido Mons. Emmanuel Félémou, obispo de la diócesis de Kankan (Guinea), ha sostenido la implementación de las actividades pastorales, ayudando a fortalecer la misión pastoral en todos los niveles, desde iniciativas a nivel de atención pastoral para permitir que todos los fieles se acerquen a la Eucaristía, a visitas a familias, apoyo a personas marginadas y colaboración con otras confesiones religiosas.